Esta receta la aprendí de la madre de mi novio, espero que a Isa no le moleste que haga público este pequeño secreto que siempre triunfa.
La receta es cuestión de pillarle
el punto.
- Ingredientes:
- Un vaso de vino blanco
- Un vaso de aceite de girasol
- Una cucharada de pimentón dulce
- Una pizca de sal (al gusto)
- Entre 450/500 gr. de harina.
Pongo 450/500 gr. de harina por
poner una referencia, pero ciertamente nunca la peso, con conocer el tacto de
la masa es suficiente. Se tiene que quedar uniforme pero no dura y cargada, ha
de estar más bien suave.
Echamos en un recipiente, donde
vayamos a amasar, el vino, el aceite, el pimentón y la sal. Mezclamos, y vamos
agregando harina, primero nos ayudamos con una cuchara y cuando ya no podamos
seguir mezclando así vamos integrando la harina con las manos.
No hay que dejarla reposar como
otras masas.
Directamente la extendemos.
Para una empanada dividimos la
masa en dos partes, donde una será la base y otra cubrirá el relleno.
Para empanadillas hacemos bolitas
con las manos, más o menos todas del mismo tamaño, y las vamos extendiendo,
echando el relleno y cerrando.
Para cerrar los bordes tanto de
la empanada como de las empanadillas nos podemos ayudar de un tenedor.
Para los crespillos hacemos
bolas, extendemos más finas las masas y le hacemos agujeritos para que no se
hinche.
Para su cocción metemos la
empanada, las empanadillas o los crespillos al horno, a temperatura media, unos
180º C. El tiempo estará en relación con el tamaño. Para la empanada
necesitaremos como mínimo media hora, o tres cuartos. Para las empanadillas
unos veinte minutos. Los crespillos entre 10 o 15 minutos.
Que queden los resultados más o
menos presentables es todo un logro. A mí me encanta rellenarlas bien, dejo
pocos bordes, pero no quedan tan bonitas, aunque me parecen más aprovechables.
Espero que les guste y se animen.
Saludos.